Desde un tiempo, en las esferas gubernamentales se impulsan políticas y leyes de descentralización, y el 2021 habrá elecciones de autoridades regionales y municipales. Estas políticas debiesen ayudar a revertir problemas y externalidades negativas de la centralización, tales como son la excesiva aglomeración y el despoblamiento de numerosos territorios, las crecientes dispariedades territoriales, y la desigualdad que caracteriza el desarrollo de nuestro país.

Pero esas iniciáticas y el discurso de la descentralización coexisten con estructuras y prácticas que apuntan en la dirección contraria. El sistema de partidos políticos es altamente centralizado, el presupuesto de la nación está bajo el control de organismos técnicos del gobierno Central (Dirección de Presupuesto del Ministerio de Hacienda), y en la práctica los municipios tienen un campo de maniobra limitado para gestionar y ejecutar políticas genuinamente locales en el ámbito productivo, social, cultural y político, y ofrecer servicios de calidad para cubrir necesidades ciudadanas.    

La constituyente abre la posibilidad de mejorar, con un marco constitucional y legal que facilite la transformación de las comunas y las regiones en espacios locales con autonomía para la política. Un espacio local para la política requiere que las instituciones representativas de los ciudadanos y de los intereses locales operen como espacios de integración, donde los actores sociales, económicos y políticos de los territorios puedan expresar y negociar sus intereses, convicciones y propuestas con autonomía y alto grado de proactividad. Un espacio local para la política democrático, transparente, responsable, puede ayudar con la descentralización, funcionando como una ventana de oportunidades para profundizar la participación con la toma de decisiones informadas, en beneficio del desarrollo local. Este espacio de política responsable será una defensa formidable para evitar que quienes asumen tareas de representación de los intereses de todos actúen en su propio beneficio, condescendientes con el centralismo, o centralizando en los territorios.

La combinación de las elecciones municipales y de los gobiernos regionales el año 2021 representa una oportunidad para fortalecer los espacios locales para la política y una descentralización más efectiva en los territorios. Si quienes ocupan cargos de representación quieren promover el desarrollo local,  ahora es el momento de manifestarlo en sus programas y campañas electorales, con compromisos que tengan sentido para los ciudadanos. Quienes son elegidos en esas instancias tienen la oportunidad de abrir espacios para que la población pueda integrarse mejor en el gobierno y canalizar inquietudes hacia estrategias comunes de acción, en beneficio de una descentralización más efectiva, un desarrollo local más equitativo y sustentable.